woman wearing a black dress and sitting on the sofa in her living room. Photo.

Los problemas de erección son más frecuentes de lo que uno cuando se ve afectado pueda llegar a creer. En algunas ocasiones esa imposibilidad produce frustración y un alto grado de malestar personal, el que además se le puede sumar el hecho de que la otra persona no sea capaz de entender lo que está ocurriendo.

Ante esta situación, un masaje ofrecido por una masajista tantra puede ayudar durante el proceso de identificación y solución del problema. La imposibilidad de mantener erguido el pene normalmente no viene precedida por un problema físico, lo más común es derivado de la mente, la que por algún motivo no actúa correctamente, afectando a esta parte del cuerpo.

El poder de la mente

Una gran parte de las cosas que nos ocurren, que nos hacen sentir mal con nosotros mismos y que incluso puede afectar físicamente, es la mente. Igual que en los masajes realizados por la masajista tantra, los cuales tienen gran base en la mente, el día a día de todo ser humano también es controlado mayoritariamente por el cerebro, el órgano por excelencia. Todo lo que nos afecta a diario como el estrés, los nervios, los problemas… inevitablemente se van acumulando, los que al final de una manera u otra tienen que mostrarse. Puede ser en forma de un ataque de ansiedad, de temblor general o localizado, de depresión o de disfunción eréctil, alterando completa o parcialmente a la persona. La sensualidad, como otros muchos aspectos, tiene la mayor parte de la base en la mente, la que determina las sensaciones, los placeres, así como las preferencias y comportamientos. Cuando el órgano que la sostiene falla de algún modo, no es de extrañar que afecte a alguna parte de la sensualidad.

Cuerpo y mente

Hay personas que prefieren a una masajista tantra que a una escort de lujo, optando por ella ya que la forma en la que se disfruta es muy distinta. La primera tiene sus cimientos en la espiritualidad y el flujo de energías, en la otra también, pero de un modo menos marcado y mucho más físico. Las parafilias, por ejemplo, son determinados comportamientos “anormales”, porqué salen de lo más común, no porqué tengan que ser malas. Algunas como la podofilia es inofensiva, siempre que no haga daño, en cambio puede haber otras que si causen daños, sean amorales o ilegales.

Todas ellas son precedidas por la mente, la que determina de un modo innato o afectado a los comportamientos. Volviendo al tema que nos ocupa, la disfunción eréctil, no hay que darle más importancia de la que tiene. Es un problema comúnmente pasajero que es propio de la mente, el cual por si sólo desaparecerá o se podrá tratar con gran probabilidad con la ayuda de un médico psiquiatra o psicología. La masajista tantra puede aportar agradables sensaciones y placeres propios de la sensualidad, sin necesidad de mantener el pene erecto. El orgasmo es sólo una parte de la inmensidad que ofrece esta placentera necesidad.